Por Carlos Ventosa, Presidente de ANDADE.
El pasado día 27 de julio tuvimos una entrevista concertada con Amer, Presidente de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, para organizar el envío de componentes protésicos y otras ayudas técnicas (ortesis, prótesis, sillas de ruedas, andadores, bitutores, etc.) que nos puedan donar tanto las ortopedias como los compañeros amputados que, bien por cambio de prótesis por otras nuevas, o bien por fallecimiento, esas prótesis pasan a un trastero o simplemente por problemas de espacio se tiran a los puntos limpios. También aceptamos cualquier componente o ayuda técnica de Residencias de Mayores, Hospitales, Clínicas privadas, etc.
Esta petición tiene un fin, un propósito humanitario y solidario, como es el de cubrir la inmensa cantidad de necesidades urgentes para todas aquellas personas sirias que han sufrido amputaciones y grandes traumatismos por efecto de la terrible guerra que sufre este pueblo desde hace 7 años. También las hay con patologías incapacitantes, pero que, al estar destruido casi por completo el país, muchos hospitales no pueden dotar a estas personas de ayudas técnicas para que puedan tener un mínimo de calidad de vida e independencia.
Quien suscribe visitó, acompañado de Amer, la enorme nave que tienen alquilada en Arganda (Madrid) donde almacenan toda clase de enseres donados por distintas empresas de toda España y algún que otro Hospital como, por ejemplo, ecógrafos, incubadoras, aparatos de ventilación mecánica, etc. También pude ver pupitres para los niños, ropa, juguetes, así como alimentos imperecederos. Ver ese almacén casi lleno de paquetes, cajas, etc. con ayuda humanitaria sobrecoge y retrotrae en el tiempo, como en alguna película bélica donde impera la pobreza extrema.
Amer me decía con su tono de orgullo por sus compatriotas, que allí no tienen de nada y que necesitan de todo, porque ese país está destrozado. Vi un vídeo que me enseñó en su teléfono con los voluntarios repartiendo esa ayuda no en tiendas de campaña, sino en un raso en una tierra de nadie con lonas, trozos grandes de tela que las convierten en tiendas, chamizos donde resguardase del frio y de la lluvia. Vi también como, cuando esos voluntarios reparten las cajas y les toca a los niños recoger los juguetes que una empresa española les ha donado, no hacen ninguna exclamación, abren los ojos como platos porque no saben qué es exactamente: una simple guitarra de plástico al niño que se la dieron no sabía ni cómo cogerla, pero eso sí, su orgullo innato les hace no pedir, no querer coger nada que no se les ofrezca, una demostración de pundonor junto con una dosis de ignorancia, porque tal vez era la primera vez que veían esos juguetes, esas cosas que no sabían qué eran pero que intuían que era para jugar con ellas.
A cualquiera que pueda visionar estas escenas con un mínimo de sensibilidad, además de encogérsele el corazón, se le caerá la cara de vergüenza por ver que estas desgarradoras imágenes están ocurriendo a escasas 4 o 5 horas de vuelo de este país nuestro donde vivimos en “la opulencia”. Es verdad que aquí en España hay gente que no llega a fin de mes o simplemente pasa hambre porque no tiene ni para comparar comida, pero nada comparable con este pueblo sirio castigado no solo por la guerra, sino por el mal llamado Estado Islámico. No hacemos nada más que enviarles unas “migajas”, aunque bien es cierto que éstas a quienes las reciben les hacen inmensamente felices porque, como he dicho antes, no tienen nada, solo la ayuda humanitaria que les hacen llegar las ONGs, las cuales se nutren de empresas pequeñas y medianas, y también de fundaciones y asociaciones como es el caso ahora mismo de ANDADE. El día de mi visita se les hizo entrega de 2 cajas grandes con pies ortopédicos de todos los tipos y modelos donados por una ortopedia de Madrid, para que puedan terminar de montar las prótesis completas cuando comencemos a recibir, rodillas, manos mioeléctricas (“tienen” la corriente eléctrica al mismo voltaje que nosotros), etc. Y es por este motivo tan razonado que hacemos esta petición desde nuestra Web a todas aquellas empresas, aunque no sean ortopedias; también será muy recibido todo aquel material que quieran donar. A las personas amputadas, niños incluidos, de todos los tipos y niveles. Nosotros ya estamos de acuerdo en la forma de los envíos con esta Asociación de Amigos del Pueblo Sirio, y se lo haremos llegar con gran alegría y satisfacción.
Amer me explicó que hacen un envío mensual en dos grandes contenedores a Valencia; de ahí en barco a Turquía; y por un paso preestablecido con la frontera con Siria, teniendo mucho cuidado para evitar el menor riesgo posible, para que no les destruyan o roben los camiones. Toda una odisea para hacer que aquellos semejantes nuestros, desposeídos de todo por los “señores de la guerra” y las grandes potencias que mantienen con intereses espurios este conflicto, tengan con la fuerza, el tesón y también el amor de otras personas de España, lo mínimo indispensable para subsistir, aunque sólo sea para que sus ojos se iluminen al ver una caja llena de productos con los que seguir “mal viviendo”. Creo que habrá merecido mucho el esfuerzo de todos.
Amer, amigo, aquí estamos para ayudaros en la medida de nuestras posibilidades. Ánimo y adelante.
“El medio más seguro de hacernos más agradable la vida es hacer feliz a los demás” (Arturo Graf).
Ver los vídeos relacionados con la AAPS en los siguientes enlaces: voluntarios de la AAPS, carga de contenedores con ayuda humanitaria y entrega de juguetes y comida.