Una, dos, tres, cuatro y así hasta 60 multas de aparcamiento son las que acumulan Manuel Quintiana y su esposa, Divina Martín, por aparcar en zonas donde la tarjeta de discapacidad de ella sí permite hacerlo, tal y como publicó 20 minutos en noviembre de 2011.
La pareja inició entonces una ardua batalla al considerar que las multas interpuestas por agentes de movilidad y controladores del SER eran “injustas”, al igual que los 5.400 euros que les reclamaba el Ayuntamiento de la capitaly de los que ya les han embargado del banco 2.600.Ahora, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo n.º 28 les acaba de dar la razón y ha fallado a su favor en la primera de las causas que el matrimonio tiene en los tribunales y obliga al Consistorio de Botella a devolver los 90 euros de esta multa.
El magistrado recuerda que “la posesión de la tarjeta, de acuerdo con la normativa del Ayuntamiento de Madrid, sí permite el estacionamiento en lugares donde esté prohibido mediante señales, como era el lugar donde se estacionó por el recurrente”, dice la sentencia. Además, el juez evidencia que el Consistorio no atendió a ninguno de los documentos aportados, ni siquiera a la tarjeta de discapacidad de Divina.
El 2012 ha traído buena suerte a esta pareja (él –electricista en paro– ha encontrado trabajo y el reciente fallo judicial augura un final feliz a su historial de sanciones). Pero el Ayuntamiento todavía les reclama casi 3.000 euros.
“Aún quieren embargarme el sueldo, hasta ahora se lo habían cobrado de las devoluciones de Hacienda, porque estaba en paro”, explica Manuel, que tendrá que reclamar una por una en los tribunales. Cuando acabe, ya anuncia “una demanda civil” por los daños causados desde 2007.