Santiago de Compostela, 22 may (EFE).- El Camino de Santiago es, por iniciativa de Ionut Preda, deportista con discapacidad oriundo de Rumanía y afincado en España, una ruta de solidaridad para niños con miembros amputados, a los que este hombre ayuda en el mundo real y virtual para que puedan encarar este trance y hacer -vida normal-.
Una de sus piernas es ortopédica, y el precio de un postizo puede moverse desde los 5.000 hasta los 50.000 euros, una razón por la que decidió involucrarse, tanto personalmente como a través de un proyecto en Internet, para ayudar a todos los menores mutilados del planeta que por falta de dinero en sus familias no cuentan con una extremidad de sustitución.
Con tan sólo ocho años, Ionut Preda, que en la actualidad tiene 34, sufrió un accidente mientras estaba con otros críos jugando con una grúa mecánica, hecho que lo llevó a perder una pierna y que le provocó un estado de inmovilidad perpetuo durante cerca de dos años.
Pero este suceso, por muy trágico y conmovedor que parezca, le marcó la vida. -Si no hubiera tenido el accidente, sería uno más-, explica a Efe en la Plaza del Obradoiro, y añade que al volver a andar, con la ayuda de una prótesis, sintió que se le había concedido otra oportunidad, por lo que en ese momento se prometió a sí mismo que ayudaría a los demás. -Y eso estoy haciendo-, sostiene.
Desde el año 2007, este hombre, que reside en Galicia, luce con orgullo y sin ningún tipo de pudor una pierna ortopédica que no le impide pedalear ágilmente sobre la bicicleta, en la que muestra una gran destreza, envidiada por muchos.
Este medio de transporte e Ionut llevan más de trece años siendo compañeros inseparables: -Es una amistad verdadera, honesta y leal-.
-La fe mueve montañas, ha sido mi caso-, prosigue este afable atleta. Durante su vida ha practicado infinidad de deportes, -uno de sus -apoyos y refugios-, tal vez influenciado por su padre, boxeador, y su madre, gimnasta.
Veintiséis años después de que un trágico episodio marcase para siempre el destino de este deportista, Ionut Preda se prepara para los próximos juegos de Río de Janeiro, en los que espera participar en la modalidad olímpica de halterofilia, ya que no en vano es el -primer amputado- de la historia que practica este deporte a nivel de competición.
-Tengo bronce en Galicia en la categoría de Olímpicos, y el año pasado logré el bronce en el campeonato de España de Universitarios que se celebró en A Coruña-.
Ionut se bebe la vida, como hace cualquier amante de los retos.
Por ello, a principios del próximo mes pondrá en marcha una idea peculiar, un canal de televisión por Internet que dará cobijo y amparo a cuatro proyectos suyos en los que involucra a peregrinos.
Quienes colaboren con él serán -lacrados- con un sello exclusivo y especial: dos pies de niños, un hecho por el cual Ionut Preda es conocido ya como -el atrapa sellos-.
-Yo camino y pedaleo para que otros puedan caminar-, manifiesta Ionut Preda para explicar tanto su actitud vital, como la impresión que ha elegido para sus colaboradores, y su aventura de cooperación instaurada en la red y dividida en cuatro bloques sin nombre común que los agrupe.
-Yo quiero caminar- es un proyecto pensado para obtener prótesis y los peregrinos serán los encargados de conseguir, mediante la venta de camisetas, dinero para sufragar a los más pequeños la ayuda que precisan.
-Enmanuel, un niño, una sonrisa- es otra propuesta de Ionut Preda ideada para que ningún menor se quede sin ocio, por lo que pretende distribuir juguetes que le vayan ofreciendo por todos los orfanatos de la tierra.
Otra línea de actuación, -El Rincón del Peregrino-, permitirá a los caminantes contar sus experiencias en esta aventura, y la cuarta, -Club Paralímpicos-, integrada por doce personas, acogerá a cualquiera que se quiera sumar y que defienda la necesidad de hacer y practicar deporte.
Este deportista pretende recorrer en breve las 52 provincias de la geografía española en 52 semanas, justo las que tiene un año.
Cada sábado y domingo estará en una, que elegirá al azar la mano inocente de un niño cualquiera que será el encargado de ir dibujando poco a poco el -camino de su destino-.
-Yo solo soy una herramienta, y hay que dejar un legado ya que el proyecto es lo importante-, manifiesta.
Ionut Preda es un -ejemplo de vida- que recorre el Camino de Santiago dando motivación e inspiración a todo aquel que se acerque y que lo necesite, y su única -desventaja- es estar sin una pierna de carne y hueso, circunstancia por la que la gente lo mira y -se queda alucinada-.
Pero con esto, apostilla, al final se aprende que no hay barreras, o que de haberlas, existe fuerza más que suficiente para derribarlas, entendiendo que exista o no una discapacidad, no es lo que más importa en la vida, porque -no estás limitado por las discapacidades que tengas, sino que estás capacitado por tus habilidades-.
Fuente: El Economista.