Tras un accidente con un taladro donde se cortó una mano, al joven chino Xiao Wei, de 25 años, le fue injertada la extremidad en una de sus piernas, justo sobre el tendón de alquiles, para mantenerla “con vida”.
La decisión de los cirujanos se debió a que la herida provocada por el accidente era demasiado grave como para volver a poner la mano amputada inmediatamente.
Y ahora, según informan los medios locales, los médicos retiraron la mano de Xiao Wei de su tobillo, y volvieron a unirla al extremo de su brazo, una delicada operación de nueve horas pero que resultó un éxito.
No obstante, Xiao Wei deberá someterse a varias operaciones más y continuar un proceso de rehabilitación para recuperar la motricidad.