Comenzaré por dar mi testimonio que es la mejor manera de dar credibilidad a mi experiencia en el tratamiento al que he estado sometido bajo la supervisión de la Dra. Escribano, que ejerce como profesional en la Clínica CORNER de Madrid. Dicha Dra. es la responsable de pautar los tratamientos, la cantidad de sesiones a recibir en la cámara hiperbárica, con arreglo a cada una de las patologías.
Llevo 35 años amputado por un traumatismo, y durante los mismos, de hecho desde que estaba ingresado he sufrido el terrible Síndrome del Miembro Fantasma (SMF), porque no he encontrado ni yo ni los médicos que me han tratado, un remedio en toda la farmacopea existente a día de hoy para dar una solución a esta grave y, en muchos casos, incapacitante patología que sufrimos las personas amputadas, preferentemente por causas traumatológicas.
Dicho síndrome se manifiesta inmediatamente después que han pasado los efectos de la anestesia administrada antes de la intervención quirúrgica. En algunos casos solo se mantiene durante la fase hospitalaria, pero en la mayoría de estas personas permanece de por vida. La etiología o causa aún es desconocida, más o menos se sabe los circuitos o canales neuronales por donde discurren esos tipos de impulsos, espasmos dolorosos, pero no el origen ni por qué motivo. Sí que hay bastantes teorías muy bien fundamentadas de varios autores muy reconocidos en el campo de la Neurología, pero aún no se ha dado con ese clic exacto que nos abra las puertas al conocimiento u origen de esta extendida patología en el colectivo de personas amputadas.
Ahora ya sabemos y conocemos los que hemos “disfrutado” dentro de esas cámaras hiperbáricas, donde una vez aposentados cómodamente comprobamos que las sensaciones placenteras son indescriptibles, no sólo por el ambiente cálido y la postura tan relajante en la que permaneces durante una hora y media, sino porque día a día vas comprobando cómo te sientes de forma distinta a como comenzaste.
Un tema importantísimo y relacionado con estas Cámaras, es que se va prescindiendo de la medicación específica que tienes que ingerir, si no de por vida, al menos sí por cada brote desesperante de este síndrome, con lo que el hígado recibe mucha menos carga química, puesto que esas medicaciones son altamente perjudiciales para este órgano tan vital para el cuerpo humano. También lo acusa la economía de estos pacientes, puesto que son medicamentos caros, aunque son sufragados en parte por la Seguridad Social, y se tienen que ingerir diariamente.
Me acompañó en este feliz tratamiento otra persona amputada de extremidad superior (con una desarticulación de hombro), donde esta terrible dolencia alcanza los niveles más altos en la EVA (Escala de Valor Analógico); ella ha vivido atormentada y muy decaída, porque nunca veía que hubiera una solución para su problema, pero comenzó a sentir como entre la 8ª y 9ª sesión esos dolorosísimos espasmos, impulsos, muchos días incapacitantes para realizar cualquier actividad (no solo profesional sino domésticos), disminuían a una velocidad de vértigo, causando una agradable sensación. En el mismo viaje hacia ese “limbo de placer” también probó las bondades de la cámara hiperbárica otro amputado, socio de ANDADE, por la maligna Diabetes Mellitus, el cual padecía ulceraciones en el miembro residual (muñón) desde hacía 8 años, las cuales le privaban de colocarse su prótesis y, por consiguiente, de su movilidad e su independencia. Hoy es un hombre feliz porque sus úlceras han cicatrizado, se han cerrado como consecuencia del oxígeno medicinal puro al 100% que se ha introducido en su organismo, y por ende ha llegado a esas llagas abiertas y sujetas a infecciones recurrentes por las que permanecía en constante depresión, sin ánimo ni autoestima.
También tengo conocimiento por otros pacientes sufridores por otras patologías como: úlceras de origen vascular, por decúbito, fracturas óseas, se les han solucionado de esta forma tan incruenta, es decir, con solo recibir ese O2 puro al 100% en su organismo. También está teniendo un efecto sorprendente en las temibles migrañas y en el Daño Cerebral Adquirido.
A día de hoy, diciembre de 2018, podemos decir todos los pacientes que hemos recibido estas bondades a través de estas cámaras, que nos ha cambiado como personas, y me refiero al carácter, ánimo y alegría diaria. Ya podemos salir a la calle sin miedo a que aparezca el traidor y doloroso síndrome, viajar sin las consabidas cajitas de medicación y, en definitiva, recibir al nuevo día sin pensar nada más que en nuestras actividades por hacer.
No quiero cerrar este artículo sin agradecer a D. Pedro Aparicio, Gerente de la Clínica CORNER, su disposición y la amabilidad exquisita que me dio durante este tratamiento, así como a todo el personal que de una forma u otra tuvieron relación conmigo: Operadores de Cámaras, Administrativas, Recepcionistas, etc. Un placer haberles conocido.
Escribe: Carlos Ventosa, Vicepresidente de Andade.