No es grato presentar desde esta página a Cristian Marin, amigo reciente de ANDADE, amputado femoral y para alegría nuestra y de todo el colectivo de amputados, Psicólogo.
Ha abierto un Blog , “Blog de Cristian” http://infoamputats.blogspot.com donde está exponiendo varios artículos muy didácticos e interesantes para todos nosotros, os lo recomendamos.
Hora era que entre nosotros tuviéramos un Psicólogo amputado que nos puede entender no solo las consultas (ojo, que está recién salido del horno) si no todas nuestras dudas desde la misma percepción que tenemos de las amputaciones.
Bienvenido Cristian a este colectivo y ya sabes que en ANDADE encontrarás todo nuestro apoyo y ánimo para que continúes en esta línea tan necesaria no solo para los amputados veteranos si no y más importante para lo que la acaban de sufrir.
MODELO
Kübler-Ross originalmente aplicó estas etapas a las personas que sufren enfermedades terminales, y luego a cualquier pérdida catastrófica. Esto puede incluir eventos significativos en la vida tales como la muerte de un ser querido, divorcio, amputación, infidelidad, etc.
Algunos psicólogos creen que cuanto más luche una persona contra la muerte o contra la amputación, más tiempo permanecerá en la etapa de negación. Si este es el caso, es posible que la persona enferme y tenga más dificultades para seguir con el proceso. Aquellos que experimentan problemas en enfrentarse con las distintas etapas, es decir que estén anclados en una de las etapas, deben considerar grupos de ayuda o tratamiento profesional de duelo.
Negación –“Me siento bien.”; “Esto no me puede estar pasando, no a mi.”
La negación es solamente una defensa temporal para el individuo. Este sentimiento es generalmente remplazado con una sensibilidad aumentada de las situaciones e individuos que son dejados atrás después de la muerte.
Ira – “¿Por qué a mi? ¡No es justo!”; “¿Cómo me puede estar pasando esto a mi?”;
Una vez en la segunda etapa, el individuo reconoce que la negación no puede continuar. Debido a la ira, esta persona es difícil de ser cuidada debido a sus sentimientos de ira y envidia. Cualquier individuo que simboliza vida o energía es sujeto a ser proyectado resentimiento y envidia.
Negociación – “Déjame continuar para ver a mis hijos hacerse mayores.”; “Haré cualquier por seguir un poco más”. La tercer etapa involucra la esperanza de que el individuo con enfermedad términal puede de alguna forma posponer o retrasar la muerte. En el sentido de las amputaciones se puede decir que se realiza todo lo posible para que te reimplanten el miembro o en el caso de que todavía se tenga alargar el momento de la operación, se pacta con los médicos. Normalmente, la negociación por extender el tiempo es realizada con un alguien superior (Dios, médicos, Ala, Buda, etc) a cambio de una forma de vida reformada.
Depresión – “Estoy tan triste, ¿Por que hacer algo?”; “¿Qué sentido tiene?”; “¿Por qué seguir?”. Durante la cuarta etapa, la persona que está muriendo o le han amputado un miembro, empieza a entender la seguridad de la muerte o la misma amputación. Debido a esto, el individuo puede volverse silencioso, rechazar visitas y pasar mucho tiempo llorando y lamentándose. Este proceso permite a la persona moribunda desconectarse de todo sentimiento de amor y cariño. Es un momento importante que debe ser procesado. En caso de que dure más de seis meses, empezar a plantearse en acudir a un especialista (criterio B del duelo, DSM-IV-TR).
Según la investigación, de acuerdo con George Bonanno, seguían a gente que había sufrido pérdidas en los Estados Unidos y en otras culturas, no hay evidencia para apoyar la teoría de Kübler-Ross. Un estudio realizado entre 2000 y 2003 de personas en duelo, llevado a cabo por la Universidad de Yale, obtuvo algunos descubrimientos consistentes con la teoría de las cinco etapas, mientras que otros que eran inconsistentes con esta.