Unai H.A., que entonces tenía ocho años, sufrió un shock séptico derivado de un brote meningítico
El letrado del Arzobispado de Valladolid ha recurrido ante la Audiencia Provincial la condena impuesta por el Juzgado de Primera Instancia número 12 de la capital que, mediante sentencia del pasado cinco de mayo, ha reconocido una indemnización de 840.549 euros para el menor Unai H. A., al que se tuvo que amputar las dos piernas y de dos falanges de tres dedos de la mano derecha.
El pequeño presentó un shock séptico por meningococo durante su estancia en un campamento organizado por la parroquia de Santo Tomás de Aquino, situada junto a la Plaza del Ejército.
El magistrado ha hecho responsable a la parroquia como organizadora de la actividad, que se realizó a comienzos del mes de agosto del 2010 en San Salvador de Cantamuda (Palencia), y a la que acudieron otros 49 niños.
Fue en este lugar cuando Unai, que entonces tenía 8 años, comenzó a tener los primeros síntomas a la hora de cenar, el sábado 7 de agosto, y después de haber realizado una marcha a pie. Con fiebre de 39 grados, los monitores le suministraron una dosis de Dalsy.
Al día siguiente, el 8 de agosto, cuando advirtieron «un síntoma extraño como la aparición de unas pequeñas manchas en la piel», fue cuando se decidió llevar al pequeño hasta el centro de salud de Cervera de Pisuerga y desde allí al hospital de Palencia.
El pequeño, que estudia segundo de la ESO en un colegio religioso cercano a su casa, se desplaza en silla de ruedas y requiere la adaptación de la vivienda. Aunque el juez reconoce una indemnización de 965.549 euros, descuenta los 125.000 que han sido abonados ya por Seguros Bilbao.
Fuente: El Norte de Castilla. Jorge Moreno. Foto: Ramón Gómez.