“El nuevo Gobierno de España debe estar a la altura para que las personas con discapacidad no nos quedemos descolgadas, aisladas, e imposibilitadas para acceder al mercado laboral”
El aún presidente de Cogami, Anxo Antón Queiruga Vila, toma las riendas de Cocemfe tras las elecciones celebradas por entidad el pasado sábado. Durante los próximos cuatro años, Queiruga representará a las más de tres millones de personas con discapacidad física y orgánica, y pese a que la morriña anida en su alma estos días con mayor incidencia, debido a la distancia física de su tierra, su familia, seguirá dando la “tabarra” con esa capacidad denotada, las ganas y su manifiesto nivel de consciencia adquirido para liderar un grupo tan numeroso como importante de personas.
Hace casi un año nos contaba con alegría, en una entrevista, sobre su reelección como presidente de Cogami, pero también de las ganas que tenía de estar con su hija, con su mujer “entrañable”. ¿Cómo conciliará todo esto ahora que está encargado de presidir Cocemfe, una entidad estatal con sede en Madrid?
Vendré y volveré, sobre todo al principio. Para el año que viene, trataré de mudarme a Madrid. Lo que pasa es que sigo siendo presidente de CERMI Galicia, aunque ya dije en la última asamblea, hace quince días, que dimitía porque, evidentemente, uno no puede estar en todos lados, y esto requiere de dedicación plena. Así que como hay que hacer algunas cosas todavía, pues septiembre, octubre y noviembre estaré yendo y viniendo. Luego nos instalaremos, trataremos al menos, toda la familia aquí.
Parece contento.
Sí mujer, sí. Por una parte sí, pero por otra tengo mucha morriña por la tierra de las meigas, aunque esté rodeado de gente buena. Mi niña y mi mujer son mi vida, la familia. Por la noche, es el momento en que me quedó pensando y me doy cuenta que, en lo personal, esto significa un gran esfuerzo, muy importante, a nivel psicológico también. El día, sin embargo, se lleva mejor, va pasando rápido porque estás muy liado, y vas de aquí para allá.
Entiendo. Ahora vamos a lo serio: a la política, al movimiento de la discapacidad, aunque, claro, esto también es serio.
Sí, esto es serio, más serio incluso que lo otro…
¿Qué significa para usted ostentar la presidencia de Cocemfe?
Sobre todo una inmensa responsabilidad. Es verdad que también es una satisfacción y un privilegio que un montón de compañeras y compañeros de muchas entidades de discapacidad física y orgánica, que forma parte de Cocemfe, hayan confiado en mi proyecto para estos cuatro años. Pero la responsabilidad es inmensa y, aunque el momento nunca fue fácil para las personas con discapacidad, ya que nunca vivimos momentos de bonanza, seguimos atravesando una época difícil.
“La responsabilidad es inmensa y, aunque el momento nunca fue fácil para las personas con discapacidad, ya que nunca vivimos momentos de bonanza, seguimos atravesando una época difícil”
Precisamente por ello toca trabajar con el nuevo equipo, que es un equipo muy ilusionado, renovado, de otra generación y que llega con muchas ganas.
¿El equipo lo elige usted? ¿Habéis conseguido la paridad?
Sí, lo elijo yo. Pues en el Comité Ejecutivo tenemos a Marta Valencia, Encarnación Rodríguez, de Castilla La-Mancha, y Mar Arruti. Hemos conseguido paridad, sí. Somos ocho y se incorporarán también un par de personas más que, de momento, voy a tener de invitadas en el Comité Ejecutivo y que son dos mujeres. Conseguimos el 60-40, aunque mi idea era tener otra mujer más. Sin embargo, por problemas de salud, acababa de ser trasplantada de pulmón, no podía incorporarse. Por eso no hemos podido llegar al deseado 50-50. Lo primero es la salud.
Es importante la intención. Que quede constancia que, aunque no haya salido esa paridad perfecta, el nuevo presidente de Cocemfe tenía la intención de conseguir la paridad en el nuevo también Comité Ejecutivo.
Sí, y tenemos que hacerlo también en los órganos de representación que Cocemfe. A modo de ejemplo, Cocemfe tiene representación en el patronato de la Fundación ONCE, pues hay que intentar, dentro de nuestras posibilidades, que también ahí haya paridad. Y esto no puede hacerse de cara a la galería porque si no es mejor que no hagamos nada, si no nos creemos estas cosas y no lo trabajamos realmente, es mejor que no lo hagamos.
¿Cuáles son los temas principales “de los que quedan por hacer” que abordará con mayor diligencia?
Ha cambiado mucho mi enfoque de la solidaridad y de la justicia social. Empezaron a entrar en el tema social otras cuestiones como el tema de los desahucios, el paro, los comedores sociales, la corrupción y la mentira. Todo esto ha generado un ambiente social y una crispación que, al final, define el peligro a la pérdida de derechos de los colectivos individuales que, incluso muchas veces, como es el caso de muchas personas con discapacidad, llegamos a pensar que eran eternos.
Personalmente, lo que me he dado cuenta es que cuando una sociedad se revuelve, el conjunto de la ciudadanía busca es resolver lo propio y suelen, normalmente, olvidar a los suyos, de aquellos que aún ni teníamos reconocido un estatus. Sientes que toca otra vez repetir esa misma carrera y que mientras unos ya están subiendo el puerto, los otros se preparan ya para bajarlo.
“Las personas con discapacidad física y orgánica no podemos quedarnos descolgadas, y nuestra posición natural no puede ser el coche escoba”
El grupo social de las personas con discapacidad física y orgánica no podemos quedarnos descolgado y nuestra posición natural no puede ser el coche escoba. No puede ser que, a día de hoy, sigamos hablando de accesibilidad, de barreras arquitectónicas… Eso quiere decir que es verdad que hemos avanzado en los últimos años 25 años, pero que si cogemos el decálogo de las diez cosas que reivindicábamos entonces, siete siguen vigentes. Tenemos que trabajar coordinada y cohesionadamente, sumar esfuerzos y sinergias con otras entidades en torno del CERMI, con organizaciones de pobreza y exclusión social, con la Plataforma de Pacientes, con la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder), es decir, con todos los compañeros y compañeras con las que tenemos muchas más cosas que nos unen que cosas que nos separan.
Tenemos que trabajar para que las personas con discapacidad tengan una plataforma donde sus derechos se hagan valer y podamos dar los recursos necesarios para empoderarles, y que decidan cómo quieren vivir su propia vida. Luego hay temas sobre el empleo, el tema sociosanitario… infinidad de cosas que están ahí…
¿Cuáles son los “muchos” retos del nuevo ciclo que ha mencionado recientemente? ¿Son alguno de esos siete que siguen ahí y que ha referido?
El tema de la accesibilidad sigue vigente; el de la educación inclusiva con los mismos apoyos para los niños y niñas con discapacidad, la doble y triple discriminación de las mujeres y niñas con discapacidad, triple cuando, por ejemplo, viven en el ámbito rural; el tema del desempleo, de la inclusión laboral de las personas con discapacidad y, sobre todo, el del acceso a la vivienda en las mismas condiciones.
Por supuesto, también el del espacio sociosanitario, que aún es una entelequia que nadie ha puesto en funcionamiento y que, por lo tanto, sigue habiendo esa carencia de atención a la cronicidad. El movimiento de la discapacidad tiene que lograr avanzar cohesionado, juntos, unido y compartiendo objetivos para hacer valer los derechos de ese diez por ciento de la población nacional que representa.
“El movimiento de la discapacidad tiene que lograr avanzar cohesionado, juntos, unido y compartiendo objetivos para hacer valer los derechos”
¿Cuáles son los retos propios que trae a Cocemfe?
Sé que los sentimientos no se pueden negociar, y que los sentimientos son los resultados de nuestras propias experiencias, sensaciones y vivencias. Aunque las palabras pueden significar bien poco, deseo para este nuevo equipo que esté muy unido y cohesionado con todas las entidades de Cocemfe porque para mí solo hay esta casa, y esta casa es la de todo. Como decía Antonio Machado: “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Espero que cuando terminemos este mandato de cuatro años, volvamos la vista atrás y que la senda que puedan ver otras entidades de Cocemfe, y otros compañeros del movimiento asociativo, sea el producto del trabajo en común y los éxitos compartidos.
“Sobre todo, deseo una fuerte cohesión de la organización”
Sobre todo, deseo una fuerte cohesión de la organización, y poner en marcha proyectos, así como abrirles las puertas técnica e institucionalmente a todas las entidades que forman parte de Cocemfe, y estar a disposición de todas las personas a las que representamos.
Ya que ha mencionado a Machado, y por seguir con las referencias literarias, por favor, expláyese a gusto, derroche creatividad al explicar a nuestros lectores qué significa lo de que le dejen ser “un inventor de fábulas”, aludiendo a uno de los pasajes de ‘Cien años de soledad’ de García Márquez, en su discurso del sábado.
Significa, sobre todo, que tenemos por delante cuatro años de incertidumbre, pero soy una persona que tiene mucha ilusión, que dedico a las cosas que me gustan con ganas, y me rodeo siempre de gente capaz, porque doy fe de la capacidad de este equipo. De todos los profesionales que tiene esta casa el menos capaz soy yo y, por lo tanto, me gusta rodearme de gente que esté más cualificada que yo y aprender de ellos. Uno puede estar en la escuela cada día, y a eso me dispongo siempre. Cualquiera sabe que el proyecto de Cogami no es una obra mía, ni mucho menos, es una obra de un grupo de personas con inquietud, con mucha honradez, transparencia, y con sus virtudes y sus defectos. Tratemos de hacer lo mismo a nivel nacional.
¿Dónde queda lo del “inventor de fábulas?
Aureliano Buendía, lo decía justo en mi discurso el otro día, descubría que todo lo que había sucedido en su vida ya estaba establecido. Decía él que era todo un simple discurrir del tiempo, que plasmaba el futuro, y que las estirpes estaban condenadas a cien años de soledad, y que no tendrían una segunda oportunidad en la Tierra.
Sin embargo, este el autor, García Márquez, cuando fue a recoger el Premio Novel de Literatura dijo que ante esa realidad sobrecogedora, y que a través de todo el tiempo humano, debió de parecer una utopía. Los inventores de fábulas, que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de una utopía contraria, donde nadie pueda decidir por nosotros ni la forma de morir, y donde de veras sea posible el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin, y para siempre, una segunda oportunidad sobre la Tierra.
“Los inventores de fábulas, que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de una utopía contraria”
Esto resume muy bien la idea que comparto de que las personas tenemos que ser libres y tener la capacidad de tomar decisiones sobre nosotros mismos, y de buscar nuestra independencia y propia felicidad porque creo que el destino sí existe, pero después nosotros no podemos dejarlo todo al albor del destino, también nosotros tenemos que marcar nuestra hoja de ruta.
Aunque todo esté escrito, cierto es que los “inventores de fábulas” nos permitimos vivirlo todo como nuevo. Que no nos falte la capacidad de asombro…
Que no nos falte.
¿Es bueno, en su opinión, que se renueven los cargos en las entidades del movimiento asociativo? ¿Por qué? En la última entrevista que le hicimos en ‘cermi.es semanal’ decía que había que purificar las entidades, que entre gente nueva, aire fresco y que, por ellos, ocho años sería para usted el máximo en un cargo, y otros cuatro más por alguna causa excepcional y justificada. De otro modo, se podría llegar a cierta endogamia o pensarse que no hay cantera en el movimiento asociativo. ¿Sigue pensando parecido?
Sí, algo muy parecido, pero que no se fomente por parte de los propios dirigentes de las entidades del movimiento asociativo. Hay que fomentar que haya cantera, eso sí. Por ejemplo, personalmente, de momento, vengo cuatro años a Cocemfe, y para mí la excepción es estar ocho. Y no me planteo nunca jamás estar doce. Creo que es una etapa, que se trata de una entidad nacional, y que necesita la frescura de gente nueva. Lo que tenemos que saber hacer dentro de cuatro años, y si no en ocho, es dar el relevo a un equipo que ya esté trabajando, colaborando, y pueda asumir el liderazgo y la gestión de la propia organización.
“Lo que tenemos que saber hacer dentro de cuatro años, y si no en ocho, es dar el relevo a un equipo que ya esté trabajando, colaborando, y pueda asumir el liderazgo y la gestión de la propia organización”
Las entidades nacionales, por el volumen que tienen y lo que aglutinan, necesitan mucha frescura y cuando uno está doce o dieciséis años en un puesto, lo que hay, en lugar de frescura, es monotonía. Y, además, cuando tú permaneces, sueles mantener también el mismo equipo, y este tiene unos hábitos que perjudica a los usuarios de la entidad. Por eso, en nuestros estatutos queremos poner que no se esté más de ocho años en Cocemfe y que, por algo muy excepcional, un máximo de doce.
Pero no hay casos excepcionales, ya que no hay cosa que no pueda resolver o tratar la persona que te sustituya. Uno cuando llega a estar ocho años, para no estar otros cuatro, puede ir planificando y tener la voluntad de dar el relevo. Hay gente joven que puede hacerlo y que está preparada, de hecho, mucho más preparada que nosotros. Las nuevas generaciones tienen muchas más formación y cualificación que muchos de nosotros.
¿Este comentario lo haría extensible a todas las entidades del movimiento?
No me atrevo a hablar de los demás. Pero en las entidades estatales, doce años es más que suficiente, pero también depende de la actividad que se realiza: si es de gestión solamente, puramente reivindicativa y social, de política institucional, si la organización está prestando servicios, etc.
Depende de las peculiaridades de cada entidad. Pero, personalmente, como soy gallego y vivimos siempre con esa morriña, además del movimiento asociativo y de ser dirigente de entidades, hay que recordar que, hoy en el siglo XXI, las personas con discapacidad también tenemos nuestra propia vida. Antes la mayoría de los dirigentes vivían para esto en cuerpo y alma. Hoy para mí la familia es clave, lo más importante en mi vida, y por esa morriña que siempre está conmigo, tendré que hacer lo posible para regresar en cuatro años con mi familia. Y si no en ocho, pero…
La crisis, sin duda, ha pasado factura a las personas con discapacidad. ¿Cree que el nuevo mapa político tras la extinción del bipartidismo hegemónico, si es que conseguimos un nuevo gobierno, también afectará negativamente a nuestro sector?
Siempre puede afectarnos porque las políticas sociales para los gobiernos, como digo yo vulgarmente, suele ser una maría. Es por ello que el movimiento asociativo de la discapacidad tiene que estar cohesionado, unido, fuerte para reivindicar de manera firme y contundente los derechos de las personas con discapacidad.
“El nuevo mapa político siempre puede afectarnos porque las políticas sociales para los gobiernos, como digo yo vulgarmente, suele ser una maría”
En este sentido, tenemos que explicar a los nuevos grupos cuál es el trabajo que se viene haciendo con absoluta transparencia, de forma clara, con las cartas sobre la mesa, pero impidiendo que se pierdan derechos adquiridos por las personas con discapacidad. Ese es el trabajo que tenemos que hacer con los nuevos partidos.
Nominalmente, dos o tres propuestas claras, más específicas de Cocemfe, aunque luego las remitáis con las del movimiento asociativo unido, para el gobierno saliente.
La modificación de una vez por todas de la Ley de Propiedad Horizontal para que las personas con problemas de movilidad no sigan en pleno siglo XXI encarcelados en sus viviendas; el tema la de autonomía personal, que las personas tengan los recursos y los apoyos necesarios para poder vivir de una manera independiente, y que se recuperen los programas que había para las personas que no tenían un grado de dependencia. Tengamos en cuenta que tan solo el 17 por ciento de personas con discapacidad son beneficiarios de la Ley de Dependencia y el 83 por ciento restante se quedó, digamos, de la mano de Dios. Tenemos que recuperarlo porque se trata de personas con nombres y apellidos que necesitan de este recurso. Otra herramienta que reclamamos es el empleo.
Entonces, la importancia del empleo para las personas con discapacidad en palabras de Anxo Queiruga…
El empleo es vital porque es lo que genera independencia económica a las personas, y contribuye a que tomen sus propias decisiones y las riendas de su propia vida. Por tanto, las políticas activas de empleo que, prácticamente, desaparecieron, hay que recuperarlas, así como ofrecer recursos que discriminen positivamente a las personas con discapacidad para su inclusión laboral.
“Es inasumible que las personas con discapacidad tripliquemos la tasa de inactividad, y que dupliquemos la tasa de desempleo”
Es inasumible que las personas con discapacidad tripliquemos la tasa de inactividad, y que dupliquemos la tasa de desempleo. Y subrayo la pérdida de empleo que hemos sufrido durante los últimos ocho años. Por lo tanto, aquí tenemos un trabajo duro por delante. Hay políticas que nos marca Europa, pero el nuevo Gobierno de España debe estar a la altura para que las personas con discapacidad no nos quedemos descolgadas, aisladas, e imposibilitadas para acceder al mercado laboral.
“El nuevo Gobierno de España debe estar a la altura para que las personas con discapacidad no nos quedemos descolgadas, aisladas, e imposibilitadas para acceder al mercado laboral”
Hay una mujer con discapacidad en sus filas digna de encomio por su compromiso con los derechos de las personas con discapacidad, pero, especialmente con los de las mujeres con discapacidad. De hecho la has nombrado secretaria de Mujer e Igualdad de Cocemfe. Marta Valencia, por supuesto. ¿Cómo pretenden ambos empoderar a las mujeres con discapacidad, lograr la paridad en las entidades autonómicas de Cocemfe, trabajar en pro de la eliminación de la doble, triple y cuádruple discriminación de las mujeres y niñas con discapacidad?
Tomé la decisión de crear esta secretaría porque soy consciente y veo la desventaja que tienen, en el día a día, las mujeres y niñas con discapacidad con respecto a los hombres, y en todos los niveles: tanto de derechos, de inclusión y de servicios análogos a los que acceden los hombres con discapacidad. Por eso considero necesario tener un área específica de Mujer e Igualdad para darle un impulso importante al tema del Género e incluso fomentar que se haga en todas las entidades autonómicas de Cocemfe.
“Ese trabajo silencioso de las mujeres con discapacidad hay que gritarlo, hacerlo evidente y, de una manera decidida, dar el golpe encima de la mesa”
Lo haremos mejor teniendo una secretaría de Mujer e Igualdad y una persona al frente de ella como Marta Valencia, que lleva realizado un trabajo en el empoderamiento de las mujeres y niñas con discapacidad y visibilizando sus distintas realidades. Ella era la persona que tenía que llevar la secretaría, le avalan otras responsabilidades en otras entidades relacionadas con también con el Género, y el haberse rodeado de un equipo, también de mujeres, que ya vienen levantando la voz hace muchos años. Y es que ese trabajo silencioso hay que gritarlo, y hay que hacerlo evidente y, de una manera decidida, dar el golpe encima de la mesa, con todo el cariño y el respeto.
Un golpe de estado es lo que tenemos que dar, Anxo.
Exactamente.
Fuente:
CERMI. Beatriz Sancho.